martes, 23 de abril de 2013

San Jorge y la Independencia de Escocia




Entre las muchas festividades que se conmemoran el día de hoy, como el día del Libro y de la Rosa, también se conmemora el día de San Jorge, patrón de Inglaterra. Es por ello que resulta un tanto apropiado que el día de hoy un Jorge, en este caso el Chancellor británico George Osbourne, siga el ejemplo de su tocayo y busque con sus inflamatorias declaraciones matar al dragón en el que se ha convertido la causa por la independencia escocesa.

La tumultuosa relación histórica entre Inglaterra y Escocia pareció llegar a un punto de acuerdo hace más de 300 años con la firma del Acta de la Unión, en 1701, por lo cual ambas naciones con Gales e Irlanda llegaron a conformar el Reino Unido. Si bien siempre estuvieron presentes los ideales de la independencia escocesa, éstos empezaron a revivir a finales del siglo XX, con el primer proceso de devolución de poderes locales y la creación del parlamento escocés. La elección de Alex Salmond como Primer Ministro, por el Partido Nacional Escocés, (SNP por sus siglas en inglés), con una mayoría parlamentaria y una agenda orientada a la independencia total, le han dado aún más combustible a la causa. 



Hace unos meses se firmó el “Tratado de Edimburgo”, por el cual Salmond con su par británico David Cameron, establecieron que en 2014 se realizará un referéndum donde se plantearán al electorado escocés tres opciones: 1) Independencia Total, 2) Devo-Max, como se conoce al sistema que otorga más poderes al parlamento escocés pero no implica una separación total y 3) mantener el Status Quo actual, defendida por los “unionistas”. 

El día de hoy Osbourne declaró en una radio escocesa que de resultar ganadora la opción de Independecia Total, esto implicaría una serie de complicaciones en cuanto al uso de la moneda en esta nación británica. Para que Escocia continúe usando la libra esterlina deberían pedir permiso al Parlamento Británico en un largo proceso que deberá ser aprobado por ambas cámaras, y que tal vez no tenga tan buena acogida con los parlamentarios “unionistas”. Otra opción sería que adopten como moneda al Euro, para lo cual deberán aplicar como nación independiente para integrarse a la Unión Europea y acogerse a los requerimientos que la UE exige, lo que implica igualmente unos meses de espera y mayores complicaciones en el comercio entre Inglaterra y Escocia. Finalmente existe la opción que Escocia adopte una moneda propia, misma que desde su origen se vería en desventaja en relación a la libra y el euro y correría el riesgo de la devaluación.

Considero que estas declaraciones son un golpe bajo en la campaña para el referéndum de Escocia, ya que Osbourne pretende poner en duda algo que afecta directamente a los votantes como es la estabilidad de la moneda. Ya de por sí la campaña se ve plagada por posiciones extremas ya que los “unionistas” pretenden que las cosas sigan como están, es decir que Escocia continúe siendo tratada como nación “menor de edad” sin poder de decidir sobre sus gastos o recaudación de impuestos. Los independentistas tampoco están en mejor posición ya que de ser este el resultado, deberán comenzar como nación desde cero, en un momento económico incierto para todos los países. Es lamentable que la posición media, denominada “Devo-Max” no tenga la difusión adecuada, ya que en mi criterio es la que mejor sirve para los intereses de esta nación británica, puesto que representa un cambio, pero no tan radical.

Está por verse como se desarrollarán los meses futuros hasta el referéndum, pero el resultado será vital para el futuro desarrollo de las naciones que constituyen el Reino Unido.